Mi homenaje a un hombre excepcional
Sólo tiene dos pasiones, la primera y principal su familia, su mujer Ana y sus hijos a los que adora.
La segunda, el Fútbol. Por este deporte, al quiere con locura, sacrifica, muy a menudo, aunque nunca descuida, su atención a las personas que mas quiere.
Su humildad, mesura y discreción impedirán que le vean ustedes aparecer en imágenes o fotografías acaparando un protagonismo que nunca ha buscado ni le interesa. Tampoco hará declaraciones triunfalistas ni reclamará para sí mérito alguno.
Ha luchado y sufrido en silencio, durante años, contra la injusticia, la maldad y la envidia de los que no podían soportar el triunfo de una persona normal que lleva trabajando 20 años para conseguir que su país se haya colocado a la cabeza del mundo en el deporte en el que mas competencia existe en el planeta. Tampoco los poderosos le han perdonado que nunca se plegara a sus consignas.
Afortunadamente son muchos más los que le quieren, le admiran, valoran su trabajo y su honradez, y se sienten orgullosos de ser sus amigos.
Es el único español de la historia que, por méritos propios, es Vicepresidente de FIFA y de UEFA. En ambos Organismos es enormemente valorado, respetado y querido y demuestra, permanentemente, su valía y capacidad para desempeñar ambos cargos.
He sido también testigo de excepción de su gran sentido de la amistad y de la lealtad. Por sus amigos y convicciones es capaz de cualquier sacrificio. Es, además, un católico practicante de verdad, de los que considera que la vida tiene sentido si se hace el bien, si hay justicia, si se ayuda a los demás cuando lo necesitan y si se sabe perdonar a los enemigos.
En el espectacular triunfo de nuestra selección tiene una responsabilidad que nunca reivindicará pero que sin lugar a dudas le corresponde. Supo mantener la calma, la prudencia y la serenidad cuando aparecieron los problemas y las discrepancias y sobre todo, reaccionó con la inteligencia y la habilidad propia de los grandes dirigentes cuando de forma injustificada y traicionera intentaron echarle de la presidencia para la que ya le habían buscado sustituto.
En este momento tan bonito y especial, en el que todos los elogios y alabanzas son para los jugadores y el entrenador -que sin duda los merecen- mi pensamiento se dirige inevitablemente hacia él y, con estas lineas, quiero rendir mi personal homenaje y enviar mi mas cariñosa felicitación a quien considero el mejor Presidente de la historia del Fútbol español y, sobre todo, una de las personas más integras y humanas que he conocido en mi vida.
¡ENHORABUENA Y FELICIDADES ANGEL!