LA SINIESTRA SOMBRA DE UN PROFESIONAL DE LA MANIPULACIÓN
El patético y lamentable numerito protagonizado en la rueda de prensa posterior al partido jugado contra el Sevilla, que va a traer muchas secuelas y que ha dañado grávemente la imagen del Real Madrid, tiene como responsable directo al entrenador, que una vez más ha demostrado que se considera dueño y señor del Club, que sus formas dejan mucho que desear y que siempre está dispuesto a buscar un chivo expiatorio para tapar sus errores; pero el inspirador de esta tropelía televisada tiene nombre y apellidos.
Su sombra es alargada y su zafia y macarra personalidad ha vuelto a entrar en escena utilizando, sibilinamente al que, en este caso, ha sido un burda marioneta, para provocar un lamentable incidente que mancha y emborrona el prestigio y la historia del Club.
Pero está forma de actuar no es nueva y ya la utilizado, anteriormente, en varias ocasiones, porque es de los que cree que la forma de ser respetado en los terrenos de juego es asustar y acosar a los árbitros. Acudiendo a los mismos procedimientos de los matones y los chulos de barrio cuando quieren conseguir sus propósitos
Pero, además, y como no dá puntada sin hilo, su provocada actuación tiene también un trasfondo desconocido para la opinión pública, pero no para los que conocen su relación con algunos que se han visto directamente afectados con las polémicas declaraciones.
Es un manipulador profesional que se doctoró durante los días posteriores al atentado del 11 de Marzo en la estación de Atocha cuando era director de los informativos de la cadena SER de radio y el mismo que, en su condición de director de comunicación del Real Madrid, traicionando los principios tradicionales del Club, puso en marcha, durante el año 2006, una indigna, sucia e injusta campaña, contra el estamento arbitral, utilizando los medios de comunicación del Club.
Es también el mismo que despidió, de malas maneras, al periodista Andrés Montes, de su trabajo como comentarista deportivo de “La Sexta”, por negarse a cumplir sus falsas consignas en las retransmisiones de los partidos del Real Madrid y que, después de este triste episodio, dijo adiós a la vida sumido en una profunda depresión.
En aquellas retransmisiones debía mentir diciendo que veía pancartas y oía gritos inexistentes contra Calderón en el estadio. Y también le exigió, y Montes igualmente se negó, a que animara a la gente, en el partido anterior a la celebración de las elecciones generales españolas, a acudir masivamente a las urnas a votar, porque la abstención favorecía al Partido Popular.La veracidad de estas manifestaciones pueden acreditarlas, entre otros, los periodistas Paco García Caridad y Melchor Miralles a quien Montes se lo confesó la noche antes de morir.
Entre los compañeros de profesión es conocido como el mamporrero oficial de Florentino Pérez, a quien ayudó de forma vil y rastrera en la operación de acoso y derribo a Calderón y sigue siendo, oficiosamente, director de comunicación del Club a través de un pobre títere que ostenta oficialmente el cargo, y que era su empleado en “La Sexta”
Es también el mismo que tuvo que ser protegido de las iras de los aficionados locales, ante los gritos y cortes de manga que protagonizó cuando, siendo empleado del Real Madrid, se encontraba en los palcos de los estadios de Osasuna y Racing de Santander y el equipo ganó sus partidos en los últimos minutos.
Este es un pequeñísimo esbozo de algunas de las vergonzantes medallas que cuelgan del pecho de este “angelito” que, ahora, ha vuelto a hacer de las suyas, y no ha conseguido otra cosa que provocar una innecesaria polémica propia de un club pequeño.
Una Entidad de la categoría del Real Madrid, cuya grandeza está fuera de toda duda, que es el más laureado y valorado en el mundo entero, no puede quejarse ni de los árbitros ni de la mala suerte. Si lo hace, mancha su historia y sus principios, y denota que hay que tapar otras carencias y desviar la atención de los aficionados ante problemas de mayor calado.
Pero, mientras un personaje tan nefasto como Antonio García Ferreras siga dirigiendo la política de comunicación del Club, este episodio será una pequeña anécdota comparada con lo que nos espera en los próximos meses; y más todavía si las cosas no salen a gusto del jefe. Den tiempo al tiempo.