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“Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores” Napoleón Bonaparte
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LA MALDAD, LA COBARDÍA Y LA TRAICIÓN

En el libro escrito por Ramón Calderón titulado “La Cacería”, que estará a la venta después del verano, se desvelan las claves de la trama organizada para apartarle de la Presidencia del Real Madrid y a sus principales protagonistas.

Reproducimos, a continuación, algunos pasajes de uno de sus capítulos.

 

“A las ocho de la tarde del día 15 de Enero de 2.009 Vicente Boluda entraba en el Hotel Palace de Madrid. Acudía a una cita a la que había sido convocado una hora antes por el director del diario Marca y en la que también iba a estar presente el periodista Roberto Gomez.

Inda, en su versión mas deleznable y mafiosa, decidió jugar fuerte y le asustó y amenazó con la difusión de informaciones contra él y otros miembros de la Junta Directiva si no forzaban mi dimisión. Además le hicieron saber que yo era propietario de varias sociedades holandesas, titulares de cuentas corrientes, de las que afirmó tener documentación, y en las que se habían ingresado varios millones de euros procedentes de comisiones percibidas por contrataciones y ventas de  jugadores de fútbol. No contentos con ello, le advirtieron, además, de que había otras muy serias e importantes irregularidades, en las que todos podrían resultar implicados y que, el escándalo era tal, que el miércoles siguiente se iba a producir mi detención, por orden judicial, con el consiguiente ingreso en prisión, por lo que sería bueno para todos que ese día yo ya no estuviera vinculado al Club.

Unas fotografías comprometedoras, la dificil situación económica que vivía la Empresa de Boluda, inmersa en la renegociación bancaria de su deuda, el compromiso de que los ataques, a partir de la dimisión, se centrarían solo en mí, y el ofrecimiento, además, de apoyo incondicional de su grupo editorial si aceptaba ser nuevo Presidente, pusieron en bandeja la traición

Lo mismo hicieron, al día siguiente, con Amador Suarez al que, además, caso de no colaborar, y como máximo responsable de la organización de la Asamblea, en su condición de Vicepresidente de Asuntos Sociales, le acusarían de ser el culpable de los hechos denunciados por el diario deportivo. Presa de un pánico irrefrenable y haciendo gala de su acreditada cobardía desarrolló, desde ese momento, una frenética actividad con todos los miembros de la junta directiva a los que comunicó que, ánte la gravedad de los hechos que conocía, había convencido a Boluda para ocupar mi puesto y que ello evitaría problemas a todos.

Su miedo y falta de hombría tuvo su máxima expresión cuando, para desacreditarme, y para justificar la traición, el domingo siguiente a mi dimisión, en el descanso del partido jugado contra el Club Atlético Osasuna, Suarez confirmó, en una sala ubicada en el antepalco del Estadio Santiago Bernabeu, a varias personas, entre las que se encontraban  unas desoladas y abrumadas Verónica, Charo y Begoña, mujeres de los directivos Boluda, Guerrero y Trapote, que había corroborado que la información de los periodistas era cierta y que el miércoles se produciría mi  encarcelamiento. Llegó incluso a afirmar algo tan esperpéntico como que el CESID había intervenido en las investigaciones realizadas sobre mi.

El mismo Boluda, al terminar el partido, y creyendo que Melchor Miralles, por su vinculación al grupo editor de Marca, era conocedor de lo que supuestamente iba a ocurrir en los proximos dias, le abordó diciendole:  ¿”Tu sabes lo mismo que yo”? La perplejidad y la cara de sorpresa de Melchor pusieron fin a la conversación. 

De todo ello, tuve conocimiento pasados unos meses y, a pesar del tiempo transcurrido, y sabedores de que todo era falso, ninguno de los dos ha sido capaz de darme explicación alguna”.

Ser testigo de su comportamiento durante el periodo que permanecieron en el Club, y aún después, ha sido mi gran decepción y mi mayor disgusto. Nunca pude imaginar que aquellos con los que tuve un trato de hermanos me hubieran podido traicionar. Pero es una realidad y he tenido que asumirla.

 

4 Comentarios

  1. MP

    Me parece deleznable todo lo que cuenta, tanto las presiones (que yo ya no sabría si llamarlas directamente coacciones o como), como el relato en general… En fin Don Ramón, yo llegué a perder la confianza en usted por la manipulación de la prensa, pero la verdad es que ud fue un gran presidente y que ganó títulos, no como otros.

  2. Pepe

    Ramón: Suscribo el comentario enviado por Alejandro. Yo mismo te envie un sms y te dije: “No dimitas, aguanta”. Lo que ocurrió después era muy previsible. Tú eras el “enemigo”. Sólo a tí te querían “matar”. El pánico y complejo del Ser Superior hacia tu persona era, y es, patético. Sólo cuando estuvo seguro de que no te presentarías a las elecciones dió el paso adelante, a pesar de que desde el mismo día de tu toma de posesión se puso a confeccionar su plan de “acoso y derribo” contra tí. Así se las gasta la mafia de Florentino. Al más puro estilo de don Vito Corleone: chantajes, extorsiones, compra de voluntades. Lo que sea y como sea. Pero me temo que va a salir del Madrid igual que ZP del Gobierno: a gorrazos.

  3. Alejandro

    Ramón:

    Visto con perspectiva, lo mejor hubiera sido aguantar el temporal aunque en el camino se produjeran dimisiones (Boluda, Suárez y algún otro).

    Joan Laporta en agosto de 2008 superó “in extremis” una moción de censura de la que casi nadie se acuerda (se le marcharon varios directivos)

    Tú te hubieras quitado a los traidores, los resultados te hubieran acompañado (Juande hizo una seguna vuelta espectacular) y en junio hubieras presentado a Cristiano.

    Imagino que decirlo ahora es fácil, pero la presión en enero 09 era enorme.

    El tiempo te está empezando a hacer justicia, sobre todo con la desastrosa temporada de este año en fútbol y baloncesto.

    Recibe un saludo,
    Alejandro

  4. Jandro Revilla Tapia

    Hola Ramón:
    Sinceramente, la única conclusión que se saca de todo esto, si es verdad, es que Eduardo Inda es un extorsionador con la complicidad de Roberto Gómez y por lo tanto cómplice. No se puede valorar la actitud de las personas cuando están bajo amenazas personales, ya sean de sus empresas y sobre todo las familiares, y te aseguro que yo he vivido una situación parecida. Reitero que la única conclusión que se puede sacar es que el director de Marca es un tipo peligroso, de una ambición infinita y muy pero que muy malo, malísima persona, algo que por otro lado cualquiera que haya tratado con él muy bien lo sabe. Saludos

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