Fue en la pasada Asamblea de Representantes del Real Madrid. De 2.218 compromisarios solo asistieron 700. El convencimiento de que criticarle es exponerse a una feroz persecución ha llevado a los socios al abandono absoluto y a la entrega, sabedores de que todo el pescado está vendido.

Pero, por si acaso, para mayor seguridad y control y para evitar sorpresas, al depositar el voto sobre los puntos del orden del día había que poner el nombre del votante. Sistema que no se atreven a utilizar ni las más ferreas dictaduras.

Ya en su salsa, y sin miedo a la recriminación imposible, hizo algunas manifestaciones dignas de ser destacadas y comentadas en varios capítulos:

1)      La época de Calderón fue un lapsus que hay que olvidar.

Hay que suponer, porque no lo dijo, que se refería a que, para no  sentirse ofendido, incómodo y molesto, sería deseable que los socios tuvieran el detalle de olvidarse de la consecución de las Ligas números 30 y 31 de fútbol, logradas después de tres años en los que en él no ganó título alguno. Y también la Liga número 30 de baloncesto. Y la primera copa ULEB de baloncesto. Y la Supercopa de España. Y la victoria, en el primer año, de las ligas de fútbol y baloncesto, algo que no sucedía en los últimos 21 años.

No se atrevió a sugerir, pero seguro que lo pensó, que todos estos trofeos, para no disgustarle, deberían también ser retirados de la sala de trofeos. No sea que alguien se atreva a preguntar con que presidente se lograron. Seguro que no entendió que ningún socio se lo reclamara.

 

Y quizá también sería bueno, para su tranquilidad, que todos olvidaran quien contrató a Cristiano Ronaldo, al que con tanto orgullo y de forma tan hortera presentó. Y que nadie recuerde tampoco que cuando llegó se encontró con 115 millones de euros en la caja que le permitieron pagar, sin ningún problema, a todos los jugadores que incorporó a los equipos de fútbol y baloncesto.

E, igualmente, suponemos que quiso decir que los socios deberían olvidar que cuando se marchó dejo con contratos en vigor para varios años, a jugadores como Helguera, Cassano, Owen, Gravesen, Pablo García, Raul Bravo, Diogo, Baptista, Rubén, Mejía, Woodgate, Robinho, Cicinho etc., etc y a un Ronaldo que, con el salario mas alto del Club, y por su culpa y sus concesiones (“los he malcriado”), se estaba dedicando a todo menos a jugar al fútbol. Todos los socios seguro que sí recordarán cuanto contribuyeron a conseguir títulos inexistentes. Y también que, cuando volvió, no estaban gracias a la decisión de Calderón.

Y, sin embargo, sí estaban Robben, Sneijder, Pepe, Higuaín, Marcelo, Van Nistelroy, Lass,etc., etc.  y Casillas con contrato renovado hasta el final de su carrera.

Y estamos seguros de que estaba haciendo alusión a que había que olvidar que Calderón puso en orden la contabilidad que el manipulaba para ofrecer unos resultados ficticios, como pusieron de manifiesto los auditores y los responsables económicos del Club.

O quizá también quiere que no se recuerde que, durante esa época, más de 2.000 socios pudieron acudir al palco de honor del Santiago Bernabeu y se dio el trato adecuado a los miles de peñistas que el Club tiene en el mundo entero.

Tampoco parece que debe estar muy interesado en que se sepa que, en esa época siniestra, el Club volvió a ocupar el puesto que le correspondía en todos los Organismos nacionales e internacionales (RFEF,UEFA y FIFA) Y que, gracias a ello, el estadio Bernabeu fue la sede, después de 40 años, de una final de la Champions League que a él siempre le negaron.

Seguro que se habrá preguntado más de una vez “Y si yo soy todopoderoso por qué coño no podré aplicarles a los socios un alzheimer selectivo!”

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